Romance del Conde Niño
Anónimo español - Siglos XV-XVI
Conde Niño, por amores es niño y pasó a la mar; va a dar
agua a su caballo
la mañana de San Juan. Mientras el caballo bebe, él canta
dulce cantar;
todas las aves del cielo se paraban a escuchar; caminante
que camina
olvida su caminar, navegante que navega, la nave vuelve
hacia allá.
La reina estaba labrando, la hija durmiendo está:
-Levantaos, Albaniña, de vuestro dulce folgar, sentiréis
cantar hermoso, la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre, la de tan bello cantar, si no es
el Conde Niño, que por mí quiere finar.
¡Quién le pudiese valer en su tan triste penar!
-Si por tus amores pena,¡oh, malhaya su cantar!,
y porque nunca los goce yo le mandaré matar.
-Si le manda matar, madre, juntos nos han de enterrar.
Él murió a la media noche, ella a los gallos cantar; a ella
como hija de reyes.
De ella nació un rosal blanco, de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar; las ramitas que se alcanzan, fuertes
abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban no dejan de suspirar.
La reina, llena de envidia, ambos los mandó cortar; el galán
que los cortaba
no cesaba de llorar; de ella naciera una garza, él un fuerte
gavilán
juntos vuelan por el cielo, juntos vuelan a la par.
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